miércoles, 14 de abril de 2010

CELEBRACIÓN DE LA FIESTA DE CRISTO REY


El grupo MAR lideró esta celebración. Como primera medida se organizó el TRIDUO durante los días 18, 19 y 20 de noviembre, en el coliseo y aula múltiple de la institución, con los estudiantes a la primera hora de clase. Se trabajaron con ellos las parábolas del Reino y la vida del Padre José Grass, a través de actividades dinámicas como presentaciones, cantos, acrósticos, videos.

Por otra parte, durante esos tres días en las horas de la noche, se hicieron jornadas de oración con los integrantes de la comunidad educativa. Uno de esos días con la adoración al Santísimo, en el aula múltiple del colegio y los otros dos en la casa de la comunidad de las Hijas de Cristo Rey. Fueron momentos muy significativos desde la parte espiritual; hubo recogimiento, además de la integración y el compartir. Estos espacios fueron permitiendo el fortalecimiento del compromiso como integrante del grupo.

El día 22 de noviembre se celebró LA FIESTA DE CRISTO REY, con una Eucaristía bastante concurrida por los integrantes de la comunidad educativa, así como de exalumnos e invitados especiales. Durante la ceremonia se vieron momentos especiales como la Renovación de los votos de las Religiosas Hijas de Cristo Rey; así mismo, la comunidad del Reino y los niños Amigos del Reino asumieron los compromisos del Movimiento Apostólico. Además, se rindió un homenaje a las exalumnas que cumplían 30 años de egresadas. Luego de la Eucaristía, en un acto muy sencillo, sobrio y elegante se hizo un compartir y se entregaron los escudos a los integrantes del movimiento.Fue una celebración que permitió la integración de la comunidad normalista, reflejada en cada uno de los momentos vividos. Se vivió un ambiente familiar, de camaradería pero sobretodo de gran espiritualidad. Se demostraron con hechos lo que se repite en nuestro lema: “CRISTO REINA POR SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES.” Ese Cristo que permite que día a día vayamos esparciendo semillas en cada uno de los corazones de los niños y niñas que integran nuestra comunidad educativa, que no nos hace desfallecer. Semillas que darán verdaderos frutos de amor y paz.




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